Hoy...

Hoy es un día distinto, aunque no sé muy bien por qué.

Quizás porque vienen visitas a casa, lo cual cortaría estos últimos y rutinarios días para compartirlos con risas y novedades con la gente que se quiere. :)

O porque el viernes mi mamá atraviese la barrera de los 40 y ya estemos pensando en qué regalarle, y deseando que la pase fenomenal porque, a pesar de que a veces esté molesta y se enoje conmigo o con mis hermanos, otras muchas veces nos hace reír, siempre nos escucha cuando le queremos contar algo... No por nada es mi mamá y la esperamos cada tarde con el matecito listo para hacer un break durante algunos años :)

O porque mi hermano me hace ver que hay más música más allá de los soundtracks que empecé escuchando sólo para escribir pero a los cuales les tomé el gusto con el paso del tiempo. Me mostró ayer algunas canciones de una banda nacional que no conocía, y cuyo género me parece indefinido, con un puñado de cada cosa, pero la letra que componen me resultó muy emotiva y me recordó lo bonita que puede ser también la música nacional.

Hoy es un día distinto en el mismo marco. Un día distinto en la misma ciudad, con las mismas casas, las mismas obligaciones, los mismos horarios.

¿Cómo puede crecer la diferencia en un mundo rutinario?

Porque somos las mismas personas, pero cada día, aunque apenas lo percibamos, cambiamos un poco más.

Les dejo como cierre una pequeña historieta que dibujé y pinté hace unos pocos días inspirada en la gran novela de Paulina Aguilar Gutiérrez, "El quinto dragón". Quizás no sea del todo prolijo, o carezca de realismo, pero es parte de la emoción que me produjeron sus páginas.