viernes, 8 de agosto de 2014

La insoportable levedad del ser: Tinta sin límites que descubre la condición humana


Hacía un tiempo que me intrigaba esta novela, del escritor checo Milan Kundera. En parte, porque usamos una cita en "El Tren", cortometraje práctico filmado a fin de año (para ver, acá); además, me había gustado mucho La identidad, libro del mismo autor que nos regaló una amiga muy especial.
Terminé de decidirme luego de leer Norwegian Wood, de Haruki Murakami, ya que me había dejado con ganas de más novelas introspectivas. 
Y me encontré con algo sorprendente.

Cuatro personajes que se entrecruzan son la excusa para abrir, en cada página, cuestiones profundas del ser humano. Amor, esperanzas, desengaños, realidades y pesadillas, surgen a medida que la historia avanza, al ritmo de la vida de Tomás y Teresa, Franz y Sabina. 
El autor muestra una narrativa directa y compleja a la vez, rompiendo los límites para combinar estilos de ficción y ensayo: incluso se toma la libertad de descubrirse como narrador y comentar de dónde surgió cada personaje, de dónde surgió la historia, y cómo se vincula con su propia vida. Narrativa libre, que incluye un breve "diccionario de palabras incomprendidas", donde toma palabras y las interpretaciones de dos de sus personajes, muy opuestas entre sí. 
Con simpleza -muchas veces, avasalladora- entra de lleno en las mentes de sus creaciones, haciendo que los entendamos y sintamos lo mismo que ellos. 

La insoportable levedad del ser es, justamente, un debate sobre la condición humana. Un debate que va hasta límites insospechados, pasando por la invasión rusa sobre los pequeños países europeos (y las consecuencias que causó), la vida, la muerte y hasta la idea de Dios tomada desde y por el hombre. Kundera desnuda sin titubeos cuestiones como la religión y la política, muchas veces, con una ironía que saca varias sonrisas. 

Si ha algo que no existe es este libro, son los límites. El autor va de la mente de un personaje, a la de otro, entra y sale continuamente de ellos, de los tiempos verbales; inserta su inolvidable "diccionario de palabras incomprendidas"; va de Dios a Beethoven (agregando incluso un renglón de una de sus más famosas composiciones musicales), y de ellos a la política como medio de control social (con una ironía increíble, desenmascarada), y de ello a los propios personajes, que lo viven todo en carne propia, debatiéndose entre la vida o el sueño, los ideales o el conformismo, el peso o la levedad.

Un libro profundo, emocionante, que entretiene y en igual medida, incita a la reflexión. Aunque es originario del año 1984 (su título original, en checo, es Nesnesitelná lehkost bytí), encierra mucha actualidad. En 1985, obtiene el Premio Jerusalén, galardón literario que se le concede a autores de libros que busquen una lucha por la libertad en las sociedades contemporáneas.
Hacía mucho que no me enganchaba tanto con una novela. Y el final, la última frase, es sublime: un cierre inesperado, sutil que, como venía anticipando en sus últimas páginas, cierra con una interesante cercanía al estilo metafórico de La identidad.

Hay además una película del libro, protagonizada por Daniel Day-Lewis y Juliete Binoche; y dirigida por Philip Kaufman, del año 1988. Aunque no la vi, creo que es un libro prácticamente imposible de adaptar para el cine.



Un libro que te hace preguntar qué preferís...
...¿peso o levedad?

Susurros del libro:

"No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las posibilidades es la mejor, pues no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo."

"(...) ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma?"


"Tomás no se daba cuenta entonces de que las metáforas son peligrosas. Con las metáforas no se juega. El amor puede surgir de una sola metáfora."

"El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados."

"Teresa se pasó siete días enteros fotografiando a los soldados y oficiales rusos en todas las situaciones que resultaban comprometedoras para ellos. Los rusos no sabían qué hacer. Habían recibido instrucciones propias acerca de cómo debían comportarse cuando alguien les disparase o les tirase piedras, pero nadie les había dicho qué tenían que hacer cuando alguien les apuntase con el objetivo de una cámara."


"La primera traición es irreparable. Produce una reacción en cadena de nuevas traiciones, cada una de las cuales nos distancia más y más del lugar de la traición original."
"(...) ¡quien busque el infinito, que cierre los ojos!"
"No era consciente de que precisamente lo que consideraba irreal (el trabajo en la soledad del gabinete y de las bibliotecas) es su vida real, mientras que las manifestaciones que representaban para él la realidad no son más que teatro, danza, fiesta, dicho de otro modo: sueño."


"(...) el campo de concentración no es algo excepcional, digno de asombro, sino, por el contrario, algo dado de antemano, básico, en lo que el hombre nace y de lo que sólo logra huir poniendo en juego todas sus fuerzas."

Diccionario de Palabras Incomprendidas

"(...) ¿es inocente el hombre cuando no sabe?"

"Los personajes de mi novela son mis propias posibilidades que no se realizaron."

"(...) ¿es mejor gritar y acelerar así la propia muerte?
¿O callar y lograr así una muerte más lenta?
¿Puede haber alguna respuesta a estas preguntas?"


"La historia es igual de leve que una vida humana singular, insoportablemente leve, leve como una pluma, como el polvo que flota, como aquello que mañana ya no existirá."
"(...) en el universo existe un planeta en el que todas las personas nacerán pro segunda vez."

"Teresa había vuelto a dormirse, pero él no podía conciliar el sueño. Se imaginaba su muerte. Está muerta y tiene pesadillas; pero como está muerta, él no puede despertarla. Sí, eso es la muerte: Teresa duerme, tiene pesadillas, pero él no puede despertarla."

"Recordó el mito de El banquete de Platón: los humanos eran antes hermafroditas y Dos los dividió en dos mitades que desde entonces vagan por el mundo y se buscan. El amor es el deseo de encontrar la mitad perdida de nosotros mismos."

KITSCH

"Nadie lo sabe mejor que los políticos. Cuando hay una cámara fotográfica cerca, corren enseguida hacia el niño más cercano para levantarlo y besarle la mejilla. El kitsch es el idea estético de todos los políticos, de todos los partidos políticos y de todos los movimientos."


"Castigar a los que no sabían lo que estaban haciendo es una barbaridad."

"Será más leve que el aire."

"'¿Qué quedó de la gente que moría en Camboya?
Una gran fotografía de la actriz norteamericana con un niño amarillo en brazos."

"La nostalgia del Paraíso es el deseo del hombre de no ser hombre."

"El tiempo humano no da vueltas en redondo, sino que sigue una trayectoria recta. Ese es el motivo por el cual el hombre no puede ser feliz, porque la felicidad es el deseo de repetir."