viernes, 28 de diciembre de 2012

Paranorman: Terror, aventura y reflexión

Hace un par de meses que volví a colgar con las entradas, pero como siempre (tarde o temprano), vuelvo para compartir con ustedes mis gustos artísticos.


Y esta vez, es el turno de Paranorman, el último film de Laika (la misma productora de Coraline). Como era de esperar, este nuevo film cuenta con una calidad visual única: sigue manteniendo la técnica de stop-motion, esto es, captar gran parte de los movimientos de los personajes mediante secuencias fotográficas; aunque cuenta con algunos toques de computadoras. Es muy bonito percibir que los personajes son muñecos, y los lugares por los que se mueven, maquetas elaboradas con cuidado y atención a cada detalle.

Se requirió gran despliegue artístico para llevar a cabo el film.
 

La historia gira en torno a un niño que posee el don de ver a los muertos; y cómo esta particularidad lo aísla del resto, hasta que finalmente, lo marca para liberar a la ciudad de una maldición antigua... con fantasmas, brujas y zombis de por medio.

Leyendo esta breve reseña, uno puede llegar a desconfiar del film (como me pasó a mí). Sin embargo, el mismo funciona como un cálido homenaje al cine de terror, con guiños cómicos y otras facetas de criaturas tan trilladas como los zombis, por ejemplo. Entretenida y muy bien lograda, la peli lucha con el espectador, a tal punto que acaba envolviéndolo en el sombrío universo de su protagonista, personaje entrañable tanto en aspecto físico como psicológico. 



No llega a superar la simbología ni el suspenso de su predecesora, pero vale la pena ver cómo maquetas y muñecos cobran vida ante la magia del cine... y de una arriesgada historia por contar.


Lo mejor:
-El personaje de Norman, muy tierno y creíble.
-Los guiños cómicos que tiene para con el cine de terror.
-La capacidad de tomar elementos comunes, transformándolos.
-Las instancias reflexivas que se anteponen a la lucha heroica, permitiéndonos ahondar en cosas tan complejas como la vida, la muerte, pero especialmente, el peso de la discriminación y la exclusión, y los daños que provocan.
-El mensaje final.

 
Lo flojo:
-Ciertos detalles de la historia (algunos personajes poco interesantes; alguna que otra situación que discoloca al espectador, especialmente al iniciar el film).

Atentis al final, después de los créditos, donde podemos ver la ardua tarea de dar vida a Norman...




Me gustaría tomarme el gusto de dedicar esta entrada a mis hermanos, que disfrutaron mucho esta peli: la primera aventura audiovisual de este nuevo verano juntos.